domingo, 15 de junio de 2014

Aquí pasa algo, pero...¿qué?


Era muy conocido el bar de Phillies, sobretodo, por su peculiaridad.Estaba situado en una esquina de la calle principal del pueblo y tenía un vidrio con lo cual, se veía todo lo que pasaba dentro y a veces, hasta parecía que no hubieran paredes. Normalmente no había demasiada gente y ese vidrio transparente que apenas se apreciaba por la noche había provocado varios incidentes, pero por suerte, ninguno grave. Es por eso que los vecinos habían pedido al dueño que hiciera algo para que esa pared se pudiera apreciar, pero el dueño no aceptaba. Y los vecinos siguieron insistiendo ya que aquel dueño podría cargársela si a alguien le pasara algo. 
hopperDurante meses los vecinos insistieron pero el hombre no hacía caso.
Una noche, dos adolescentes de dieciséis años que vivían en aquel barrio, volvían en moto y condiciones muy malas (borrachos) a su casa. Éstos tenían la percepción de la realidad un poco alterada. Y justo al pasar por el bar, no se dieron cuenta de que había una acera por la que no se podía pasar y fueron directos contra el vidrio del bar, que estaba abierto.
Aquel accidente acabó con graves conseqüencias: el que conducía la moto en coma y el otro con un problema en la médula. Los padres de los chicos, casualmente, eran unos de los tantos que habían insistido para que el vidrio se cambiara y a causa de eso lo pagarían contra el dueño del Phillies.
Después del juicio que se produjo, el bar Phillies cerró y no se vio aparecer nunca más a aquel hombre que llevaba toda la vida sirviendo copas detrás de la barra.

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